Siempre me he sentido muy vinculada al mundo del Arte, es decir, al mundo de lo expresivo, lo comunicativo e imaginativo. Desde bien niña, hasta el día de hoy, (como todos y todas en tantas ocasiones) he podido experimentar lo terapéutico y liberador que resulta poder de alguna manera manifestarse, exteriorizar y expandir nuestros sentidos con cualquiera de las formas que de él derivan; ya sea dibujando…modelando un pedazo de arcilla…bailando…cantando…o actuando.
¿¿Qué persona en su infancia no ha disfrutado, entretenido e incluso imaginado historias fantásticas armado solamente con un montón de lápices de colores y unas cuantas hojas en blanco??
¿¿Quién no, en alguna ocasión ha cantado cuando se sentía contento/a o triste??
¿¿Quién no, en alguna ocasión ha cantado cuando se sentía contento/a o triste??
Cualquier forma de expresión comunicativa o no a través de las distintas variantes que nos ofrece el Arte, es una alternativa terapéutica, educativa y socializadora.
Desde hace muchos años, en diversas áreas de atención a personas, se utiliza el Arte y las artes en general (música, circo, teatro, danza, artesanía, artes plásticas y todas las demás que encajan en el contexto), como opciones viables y con resultados positivos y muy enriquecedores para quienes son susceptibles de participar y beneficiarse de los talleres.
En definitiva, y por que creo en ello, dedico este espacio a la expresión artística y el proceso creativo utilizados como un recurso de intervención terapéutica y educativa, así como un medio para la integración y la trasformación social, aplicables en cualquier contexto y con cualquier grupo de personas y/o colectivos sociales.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo lo hago al realizarlo.
